martes, 24 de enero de 2012

Origen del carnaval

El Carnaval de Isaba no sabemos durante cuantos años existió. Es de esos actos que raramente aparecen en los documentos, salvo que hayan requerido de algún bando que los regulase. En cualquier caso, como mucho, se pueden llegar a encontrar datos puntuales, nunca extensas descripciones. 

En el caso concreto de Isaba no sabemos desde cuando, pero sí sabemos hasta cuando se celebraron. Podemos decir que la guerra, en 1936, puso su punto final, como en tantas y tantas localidades de Navarra; pero tan cierto como eso es que en los años treinta del siglo XX, antes de estallar la guerra, era ya un carnaval que agonizaba, que en poco o en nada se parecía al de unas décadas antes.


Durante cuarenta años, los correspondientes al mandato de Franco, pocos fueron los carnavales consentidos en Navarra. Es a finales de los años setenta, con la transición política cuando el Carnaval empieza a renacer de nuevo. Son muchos los pueblos que en Navarra recuperan sus antiguos carnavales, con los mismos personajes y la misma indumentaria. Mientras tanto, aquél viejo carnaval izabar, tan floreciente en el siglo XIX, empezaba a difuminarse en la memoria de los más ancianos.



Isaba, como tantos otros pueblos, empezó de nuevo a celebrar los carnavales en el último cuarto del siglo XX. Nada tenían que ver con aquellos del siglo XIX, pero no por ello eran menos divertidos. Música, disfraces, cenas..., eran los aditivos necesarios. A pesar de ello, en muchas de las ediciones carnavalescas, se llegó a recuperar la figura de la Amanditxarko.




jueves, 24 de enero de 2008

Curiosidades

¿Cuándo se celebran los carnavales?, cada año son en fechas diferentes.
Bien, bastaría hacer un análisis de los personajes y ritos del carnaval –igual que pasa con la mitología- para darse cuenta que hay un paralelismo con otras culturas, en este caso pre cristianas. Hablamos de las fiestas romanas (saturnales y lupercales), o de las fiestas en honor a Dionisios que se hacían en la antigua Grecia, por poner algunos ejemplos próximos.
Son culturas antiguas, y que mayoritariamente se regían por un calendario marcado por las fases de la luna. Es decir, el año comenzaba con el solsticio de invierno. Sin embargo, el calendario actual está marcado por el sol, de tal forma que los días nos señalan la posición de la Tierra respecto al sol. El calendario solar, por tanto, vino a sustituir al calendario lunar.


La Iglesia Católica es esa entidad que todavía se maneja con ambos calendarios. Las navidades, el santoral, y determinadas solemnidades marianas, por ejemplo, corresponden al calendario solar, se corresponden con días fijos.
Pero, por otro lado, la Iglesia estableció que el domingo siguiente a la primera luna llena del primer plenilunio de la primavera se celebrase en toda la cristiandad la Pascua de Resurrección. A su vez, el Miércoles de Ceniza debe de celebrarse cuarenta y sesis días antes de la Pascua de Resurrección, dando así paso a la Cuaresma (cuarenta días) y a la Semana Santa (siete días).


De la misma manera que está establecido que la Ascensión debe de celebrarse cuarenta días después de la Pascua de Resurrección; o que Pentecostés debe de ser cincuenta días después que la Pascua de Resurrección; o que la festividad del Corpus Christi tiene que celebrarse el siguiente jueves al octavo domingo después de la Pascua de Resurrección, o lo que es lo mismo, sesenta días después del domingo de Resurrección.
Sépase, por tanto, que la luna es la que marca el establecimiento de todas estas festividades. Y los Carnavales en este caso van condicionados a la fecha del Miércoles de Ceniza. Lo normal es que se celebren los tres días anteriores, o en otros sitios los tres jueves anteriores, con sus correspondientes y variadas denominaciones, como es el caso de Isaba.